El iberismo es un concepto que, si bien comenzó a ser considerado a mediados del siglo XIX, fue evolucionando y encontrando ramificaciones de acuerdo con los cambios políticos y económicos. Si al inicio el iberismo abogaba por la unión ibérica, o la integración de las naciones peninsulares en un espacio territorial, político y económico más vasto, a partir de las últimas décadas del siglo XIX surgieron nuevas interpretaciones. Autores como Oliveira Martins, Miguel de Unamuno, António Sardinha, Fidelino de Figueiredo o Fernando Pessoa recurrieron a los términos como hispanismo o peninsularismo, defendiendo un iberismo cultural que respetaba las diferencias de cada país. Las crisis coloniales finiseculares contribuyeron a un dotar al iberismo de nuevos sentidos. Hispanoamericanismo o panhispanismo eran expresiones que designaban un proyecto cultural y político que comprendía a los países ibéricos y americanos en una comunidad basados en un reparto civilizador.
Partiendo de la prensa y de fuentes como los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Portugal y España, de congresos celebrados en ambos países, o de intercambios epistolares, se intentará, además de los sentidos sentidos del iberismo en las historias contemporáneas de Portugal y España, identificar las respuestas ofrecidas por el iberismo o el hispanismo para las crisis peninsulares y entender por qué, para varios nacionalistas portugueses, cualquier tentativa de aproximación ibérica era considerada una señal de decadencia y degeneración moral. Pretendo valorar la relevancia de los nacionalistas que combatían el iberismo, profundizando en el estudio de los anti-iberismo, no solo de las fuentes como las indicadas, si no también con la documentación del Arquivo da Sociedade Histórica da Independencia. Los miembros de esta comisión son determinantes junto con la prensa para el perfil sociopolítico de sus miembros y para las políticas antiberistas en que se enzarzaron.